La característica más distintiva de la Hoya kerrii es su hoja en forma de corazón. Esta planta es conocida y apreciada por sus hojas gruesas y carnosas que se asemejan a la forma de un corazón.
En su hábitat natural, las hoyas suelen crecer de manera colgante, lo que las convierte en una excelente opción para cestas colgantes o macetas elevadas.

Luz: Prefiere luz brillante pero indirecta. Puede tolerar algo de luz solar directa, pero es mejor protegerla de la luz solar intensa.
Riego: Deja que la capa superior del sustrato se seque antes de volver a regar. Evita el riego excesivo, ya que la Hoya prefiere condiciones ligeramente secas.
Las flores de la Hoya kerrii tienen una forma estrellada y están dispuestas en racimos umbelados. Cada flor individual tiene cinco pétalos que se curvan hacia afuera, formando una estrella.

Poda ocasionalmente para dar forma a la planta o para eliminar tallos muertos.
La Hoya kerrii es conocida por enraizar fácilmente a partir de esquejes. Puedes propagarla cortando un segmento de tallo que tenga al menos un par de hojas y plantándolo en tierra.