es una planta perenne muy apreciada por su follaje llamativo y su capacidad de crecer en lugares sombreados, lo que la convierte en una excelente opción para jardines de sombra o semi-sombra. Es originaria de Japón y otras partes de Asia, y destaca por sus hojas grandes y redondeadas que le dan su apariencia distintiva.

• Hojas grandes y redondeadas: Una de las características más notables del Farfugium japonicum son sus hojas grandes, redondeadas, y con una textura algo cerosa. Las hojas son de un color verde intenso y brillante, lo que añade un toque exuberante al follaje. En algunas variedades, como el Farfugium japonicum ‘Aureomaculatum’, las hojas presentan manchas amarillas o doradas, lo que añade un atractivo visual adicional.
• Tallos robustos: Las hojas crecen a partir de tallos robustos y carnosos que se elevan ligeramente del suelo, creando una mata baja y densa. Estos tallos, junto con el tamaño de las hojas, le dan a la planta un aspecto distintivo y atractivo.
• Floración otoñal: Aunque su principal atractivo son las hojas, el Farfugium japonicum produce flores amarillas en forma de margarita durante el otoño. Las flores crecen en largos tallos florales, elevándose sobre el follaje. Aunque las flores no son tan llamativas como las hojas, su color amarillo brillante añade un toque de color en la temporada otoñal.
• Planta perenne: Es una planta que puede vivir varios años si se cuida adecuadamente, y su crecimiento es relativamente lento, lo que la convierte en una planta fácil de mantener a largo plazo en jardines o macetas.
  • • El Farfugium japonicum prefiere ubicaciones de semi-sombra o sombra parcial. Puede tolerar algo de sol directo, pero solo en las horas de la mañana o finales de la tarde, ya que el sol fuerte del mediodía puede quemar las hojas o causar decoloración.
    • Es una planta ideal para aquellos rincones del jardín donde otras plantas tienen dificultades para crecer por la falta de luz directa, como debajo de árboles o en áreas sombreadas por edificios.
  • Riego:
    • Mantén el sustrato húmedo pero bien drenado. El Farfugium japonicum no tolera el encharcamiento, ya que sus raíces pueden pudrirse si se mantienen demasiado húmedas.
    • Durante los meses de crecimiento (primavera y verano), riega regularmente para que el suelo esté constantemente húmedo. En invierno, cuando el crecimiento se ralentiza, puedes reducir la frecuencia del riego.
    • En climas cálidos y secos, asegúrate de que la planta reciba suficiente agua para evitar que las hojas se deshidraten y se pongan lacias.